PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 O DIABETES SENIL
CONOCIDA
ANTERIOMENTE COMO DIABETES NO-INSULINO DEPENDIENTE
ES UMA ENFERMEDAD METEBOLICACARACTERIZADA POR
ALTOS NIVELES DE GLUCOSA EN LA SANGRE.
LA DIABETES TIPO 2 ES UNA ENFERMEDAD Y SUBDIAGNOSTI-
CADA QUE PLANTEA DESFIOS PARA SU TRATAMIENTO.
LA INTRODUCCION DE NUEVOS FARMACOS ORALES EN
LOSULTIMOS AÑOS HA
AMPLIADO LA GAMA DE OPCIONES
DISPONIBLES PARA EL TRATAMIENTO DE LA DIABETES TIPO 2.
CADA DIA SE DIAGNOSTICA MAS PERSONAS CON DIABETES
MELLITUS TIPO 2 LA DEFICIENTE DISPONIBILIDAD DE LAS
FUNCIONES DE LA INSULINA CONLLEVA A UNA DEFICIENTE
METEBOLISMO CELULAR, RESULTANDO EN UN AUMENTO LOS
ACIDOS GRASOS, EN LOS NIVELES CIRCULANTES DE
TRIGLICERIDOS Y UN DESCENSO EN LA CONCENTRACCION
DE LA LIPOPROTEINA DE ALTA DENSIDAD. LA HIPERGLICEMIA
DE LARGA DATA CAUSA DAÑOS EN LOS NERVIOS, OJOS,
RIÑONES, CORAZON Y VASOS SANGUINEOS. EN ESTA TESIS
ANALIZAREMOS
¿CUÁLES SON LOS TRATAMIENTOS
ALTERNATIVOS PARA LOS
PACIENTES CON DIABETES MELLITUS TIPO 2 EN EL HOSPITAL
“RODRIGUEZ ZAMBRANO” DE MANTA?
JUSTIFICACION
DEBIDO A LA GRAN CONCENTRACCION DE LA
DIABETES MELLITUS TIPO 2 EN EL MUNDO,
LO TANTO HEMOS TRATADO DE INVESTIGAR
LOS TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS PARA
CONTROLAR LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 EN
PERSONAS ADULTAS.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
CONOCER LOS DIFERENTES
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS DE LA DIABETES MELLITUS
TIPO 2 EN PERSONAS
ADULTAS.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
IR AL HOSPITAL
“RODRIGUEZ ZAMBRANO” DE MNTA A ENTREVISTAR Y ENCUESTAR A LAS PERSONAS ADULTAS
CON MELLITUS TIPO 2.
INSTRUIR A LOS
ESTUDIANTES DEL COLEGIO “JOSE SALAZAR MERO” DE 3º DE QUIMICO BIOLOGO LAS
PRECAUCIONES DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2.
MOSTRAR A LAS
AUTORIDADES DEL COLEGIO “JOSE SALAZAR MERO” EL RESULTADO QUE OBTUVIMOS DE
NUESTRA TESIS DE GRADO.
- HIPOTESIS
CUANDO LOS PACIENTES CON
DIABETES MELLITUS TIPO 2APRENDEN A USAR LOS TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS, MEJORARA
LA CALIDAD DE VIDA
- VARIABLES
CUANDO LOS PACIENBTES
CON DIABETES MNELLITUS TIPO 2 APRENDEN A USAR LOS TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS
MEJORARA LA CALIDAD DE
VIDA
MARCO TEORICO
I.
CAPITULO
HISTORIA DE LA DIABETES MELLITUS
La diabetes mellitus era
ya conocida antes de la era cristiana. En el papiro de Ebers descubierto en Egipto y que data al siglo XV a. C., ya se describen síntomas que parecen corresponder a la
diabetes. Fue Areteo de Capadocia quien,
en el siglo II de la era cristiana, le dio a esta
afección el nombre de diabetes, que significa en griego correr a través,
refiriéndose al signo más llamativo que es la eliminación exagerada de agua por
el riñón, expresando que el agua entraba y salía
del organismo del diabético sin fijarse en él.
En el siglo II Galeno también se refirió a la diabetes. En los siglos
posteriores no se encuentran en los escritos médicos referencias a esta
enfermedad hasta que, en el siglo XI, Avicena habla con clara precisión de esta
afección en su famoso Canon de medicina. Tras un largo intervalo
fue Tomás
Willis quien, en 1679,
hizo una descripción magistral
de la diabetes, quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él
quien, refiriéndose al sabor dulce de
la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus
(sabor a miel).
En 1775 Dopson identificó
la presencia de glucosa en la orina.
Frank, en esa época también, clasificó la diabetes en dos tipos: diabetes
mellitus (o diabetes vera), y diabetes insípida (porque esta última no
presentaba la orina dulce). La primera observación necropsia en un diabético fue realizada
por Cawley y
publicada en el “London
Medical Journal” en 1788. Casi en la misma época el
inglés John Rollo atribuyó
la dolencia a una causa gástrica y consiguió mejorías notables con un régimen
rico en proteínas y grasas y
limitado en hidratos de carbono. Los primeros trabajos experimentales
relacionados con el metabolismo de
los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard quien descubrió, en 1848,
el glucógeno hepático y provocó la aparición
de glucosa en la orina excitando los centros bulbares.
En la segunda mitad
del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló
la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes
y marcó las normas para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción
de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos
y anatomopatológicos adquirieron
gran importancia a fines del siglo pasado, en manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux,
etc. y culminaron con las experiencias de pancreatectomía en
el perro, realizadas por Mering y Minkowski en 1889.
La búsqueda de la presunta hormona producida por
las células descritas en el páncreas, en 1869,
por Langerhans,
se inició de inmediato. Hedon, Gley, Laguesse y Sabolev estuvieron
muy cerca del ansiado triunfo, pero éste correspondió, en 1921,
a los jóvenes canadienses Banting y Charles Best, quienes consiguieron aislar
la insulina y demostrar su efecto
hipoglucemiante. Este descubrimiento significó una de las más
grandes conquistas médicas del siglo XX, porque transformó el porvenir y la
vida de los diabéticos y abrió
amplios horizontes en el campo experimental y biológico para el estudio de la
diabetes y del metabolismo de
los glúcidos.
ETIMOLOGIA
Proviene del latín diabētes, y éste del griego διαβήτης, (diabétes, 'correr
a través' con δια o 'dia-', 'a través', y βήτης o 'betes', 'correr', de
διαβαίνειν (diabaínein, ‘atravesar’). Como término para referirse a la
enfermedad caracterizada por la eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria), empieza a usarse en el siglo I en el sentido etimológico de
«paso», aludiendo al «paso de orina» de la poliuria. Fue acuñado por el
filósofo griego Areteo de Capadocia.
La palabra Mellitus
(griego mel, "miel") se agregó en 1675 por Thomas Willis cuando notó que la orina de
un paciente diabético tenía sabor dulce.
CONCEPTO
La diabetes mellitus (DM)
es un conjunto de trastornos metabólicos, que
afecta a diferentes órganos y tejidos, dura toda la vida y se caracteriza por
un aumento de los niveles de glucosa en la
sangre: hiperglucemia. La
causan varios trastornos, siendo el principal la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células β de los Islotes de
Langerhans del páncreas endocrino, o por su inadecuado uso por
parte del cuerpo, que repercutirá en el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.
Los síntomas principales de la diabetes
mellitus son emisión excesiva de orina (poliuria), aumento anormal de la necesidad de
comer (polifagia), incremento de la sed (polidipsia), y pérdida de peso sin razón
aparente. La Organización
Mundial de la Salud reconoce tres formas de diabetes
mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional (ocurre
durante el embarazo), cada una con diferentes causas y
con distinta incidencia.
Para el año 2000,
se estimó que alrededor de 171 millones de personas eran diabéticas en el mundo
y que llegarán a 370 millones en 2030. Este padecimiento causa diversas
complicaciones, dañando frecuentemente a ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Sus complicaciones agudas
(hipoglucemia, cetoacidosis, coma hiperosmolar no cetósico) son consecuencia de
un control inadecuado de la enfermedad mientras sus complicaciones crónicas
(cardiovasculares, nefropatías, retinopatías, neuropatías y daños
microvasculares) son consecuencia del progreso de la enfermedad. El Día Mundial de la
Diabetes se conmemora el 14 de noviembre.
CLASIFICACION
Actualmente existen dos clasificaciones
principales. La primera, correspondiente a la OMS, en la que sólo
reconoce tres tipos de diabetes (tipo 1, tipo 2 y gestacional) y la segunda,
propuesta por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 1997. Según el
Comité de expertos de la ADA, los diferentes tipos de DM se clasifican en 4
grupos:
a) tipo 1.
b) tipo 2
c) gestacional
d) Otros tipos
II. CAPITULO
DIABETES MELLITUS TIPO 2
Diabetes mellitus tipo 2 o diabetes
senil —conocida anteriormente como diabetes no-insulino
dependiente— es una enfermedad
metabólica caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre, no es debido a una resistencia celular a las acciones
de la insulina, sino del glucagón, combinada con una
deficiente secreción de insulina por el páncreas. Un paciente puede tener más
resistencia a la insulina, mientras que otro puede tener un mayor defecto en la
secreción de la hormona y los cuadros
clínicos pueden ser severos o bien leves. La diabetes tipo 2 es la forma más
común dentro de las diabetes mellitus y la diferencia con
la diabetes mellitus
tipo 1 es que ésta se caracteriza por una destrucción autoinmune de las células secretoras de
insulina obligando a los pacientes a depender de la administración exógena de
insulina para su supervivencia, aunque cerca del 30% de los pacientes con
diabetes tipo 2 se ven beneficiados con la terapia de insulina para controlar el nivel
de glucosa en sangre.
La deficiente disponibilidad de las funciones
de la insulina conlleva a un deficiente metabolismo celular, resultando en un
aumento en los ácidos grasos, en los
niveles circulantes de triglicéridos y un descenso en la
concentración de la lipoproteína de
alta densidad (HDL). La hiperglicemia de larga data causa
daños en los nervios, ojos, riñones, corazón y vasos sanguíneos. La cetoacidosis puede ocurrir en estos
pacientes como resultado de estrés, como una infección, la administración de ciertos medicamentos como los corticosteroides, deshidratación o deficiente control de la
enfermedad. La resistencia a la insulina es un importante contribuyente a la
progresión de la enfermedad y las complicaciones de la diabetes.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad
frecuente y subdiagnosticada que plantea desafíos para su tratamiento. La
introducción de nuevos fármacos orales en los
últimos tres años ha ampliado la gama de opciones disponibles para el
tratamiento de la diabetes tipo 2. A pesar de la mayor selección de agentes
farmacológicos, es necesario destacar que el tratamiento de primera elección
son los enfoques no farmacológicos incluyendo la modificación de la dieta,
control de peso y ejercicio regular. Una dieta combinada con ejercicio con el
objeto de perder peso logra mejorar significativamente la sensibilidad celular
a la insulina incluso antes de llegar al peso ideal. Se ha demostrado que
el hacer ejercicio y perder peso en pacientes diabéticos y prediabéticos reduce su mortalidad y mejora
su condición de vida. Los abordajes farmacológicos deben individualizarse,
basándose en las características del paciente, el nivel de control de la
glucosa y las consideraciones de costos.
¿PARA QUÉ SIRVE LA INSULINA?
Las sustancias orgánicas ricas en energía, constituidas fundamentalmente
por glucosa aminoácidos y ácidos grasos, procedentes de la transformación de
los alimentos deben penetrar en el interior de las células, a las que sufren
sucesivos procesos metabólicos de transformación para poder ser aprovechadas;
la insulina tiene fundamentalmente la función de favorecer el transporte de la
glucosa y los aminoácidos a través de las membranas celulares: en su esencia de
glucosa, que constituye una de las principales fuentes de energía para el
organismo, no puede ser utilizada, se acumula en la sangre y, cuando alcance
una concentración hemática elevada, es eliminada por vía renal, con la orina;
la perdida de glucosa por vía urinaria supone la pérdida del material
energético y, por lo tanto el organismo desencadena una serie de reacciones y
adaptaciones que son la esencia fundamental de la enfermedad diabética y que
tiene el fin principal de encontrar nuevas fuentes de energía para utilizarlas.
CAUSAS
La diabetes aparece por un problema en la
forma en la que el cuerpo produce o utiliza la insulina. Puede haber una resistencia
a la insulina o una producción insuficiente de insulina para la
utilización en las células del cuerpo. Por lo general, la diabetes tipo
2 se desarrolla gradualmente, debido a que el páncreas se va deteriorando
con el tiempo, por la sobreproducción de insulina en primera instancia y el
posteriormente el déficit. Salvo en los países escandinavos, la incidencia
poblacional de diabetes mellitus tipo 2 es por una deficiencia de glucosa
superior a la de tipo 1, con una relación media de 85:15% entre ambas.
Algunos factores de riesgo que predisponen
a un individuo a desarrollar diabetes mellitus tipo 2 incluyen:
Los antecedentes
familiares y la genética, juegan un papel importante
Una dieta deficiente
Etnia (las poblaciones
de afroamericanos, hispanoamericanos e indígenas americanos tienen altos
índices de diabetes)
Edad superior a 45 añoS
Colesterol HDL de menos
de 35 mg/dL o niveles de triglicéridos superiores a 250 mg/dL (Dislipidemia)
Antecedentes de diabetes
gestacional en las mujeres.
De la población total de diabéticos, el
mayor porcentaje (± 90%) corresponde a la Diabetes mellitus tipo 2.
SINTOMAS
Con frecuencia, las personas con diabetes
tipo 2 no presentan síntoma alguno, en particular en los estados iniciales de
la enfermedad. Con el transcurso de la historia
natural de la enfermedad, la diabetes está asociada con pérdida de
calidad de vida y, en caso de presentarse síntomas, éstos pueden ser variados y
afectar diversos órganos.
Visión borrosa o cambios repentinos en la
visión, formando minúsculos cristales que se interponen en el campo visual
formados por el desbalance osmótico en la diabetes mal controlada.
La disfunción eréctil suele
presentarse en pacientes diabéticos de larga data, fundamentalmente
por neuropatía, como la
aparición de una polineuritis,
o bien por disminución del flujo sanguíneo y factores psicológicos como un
incremento en el estrés provocado por la
diabetes, peor control metabólico y aumento muy importante en los
síntomas depresivos. Algunos
estudios han encontrado pérdida del músculo liso del pene a
nivel del tejido cavernoso de
pacientes diabéticos. En algunos casos es posible que los niveles de óxido nítrico
sintetasa, una enzima que acelera en el cuerpo cavernoso el paso de
la L-arginina en óxido nítrico—potente
vasodilatador que interviene en uno de los pasos de la erección tanto del pene como del clítoris—están disminuidos en pacientes
diabéticos, fumadores y personas con deficiencia detestosterona.
Algunas manifestaciones inespecíficas
incluyen fatiga, sensación de cansancio, náuseas y vómitos. A menudo aparece un aumento del apetito
excesivo a toda hora, también llamado polifagia, así como de la sed excesiva,
llamada polidipsia, acompañados
de un aumento de la frecuencia en la micción, y en grandes cantidades; también
llamado poliuria. Por su parte, la piel se
torna seca, aparece picazón en la piel y genitales, hormigueo, entumecimiento
en las manos y pies y las cortaduras o heridas que tardan en cicatrizar.
La diabetes tipo 2 (no insulino
dependiente), puede pasar inadvertida por muchos años, y en algunos casos ésta
es diagnosticada cuando ya se han producido daños irreversibles en el organismo. Por eso es recomendable que todas las
personas se realicen un examen de glicemia por lo menos una vez al año.
CONSECUENCIAS
Hay tres tipos de complicaciones:
Agudas:
Hipoglicemia: es la baja presencia de azúcar
en la sangre y un factor esencial en las personas con diabetes. Algunos de los
indicios de la hipoglucemia son: temblores, mareos, sudoraciones, dolores de
cabeza, palidez, cambios repentinos en estados de ánimo, entre otros.
Hiperglicemia: es la alta presencia de
azúcar en la sangre y también es un factor influyente en las personas que tiene
diabetes y deberá mantenerse controlada, debido que la continua mantención de
este padecimiento traerá complicaciones crónicas a largo plazo. Algunos
síntomas incluyen aumento de sed, de hambre, respiración acelerada, náusea o
vómito, visión borrosa y resequedad de la boca.
Crónicas
Las complicaciones a largo plazo, entre
otras, son:
1. Retinopatía diabética (enfermedad
de los ojos): El riesgo de retinopatía aumenta considerablemente en pacientes
con niveles de glucosa en ayunas entre 109 a 116 mg/dL (6.05 a 6.45 mmol/L) o
cuando el resultado de una glucosa posprandial está entre 150 y 180 mg/dL (8.3
a 10.0 mmol/L)
2. Nefropatía diabética (enfermedad
de los riñones)
3. Neuropatía diabética (daño de los nervios)
4. Enfermedad
vascular periférica (daño en los vasos sanguíneos/circulación)
5. Colesterol
alto (dislipidemia), hipertensión arterial, ateroesclerosis y arteriopatía coronaria
Emergencias:
Una gran complicación de la diabetes mellitus tipo 2 es el coma diabético hiperosmolar hiperglucémico.
¿A QUE EXÁMENESDE LABORATORIO DEBE SOMETERSE EL PACIENTE DIABÉTICO?
Las primeras explotaciones de laboratorio son practicar en estos pacientes
son la determinación de glucemia, es decir, de la concentración de glucosa en
sangre, y la investigación de la eventual presencia de la glucosa a la orina o
glucosuria. La glucemia puede determinarse con métodos químicos o enzimáticos:
en ayunas en los individuos sanos, son inferior a 100 mg./100 ml. En
condiciones normales no aparece glucosa en la orina; su presencia se debe a la
diabetes mellitus o diabetes renal, una enfermedad rara, suele ir acompañada
por alteraciones metabólicas a nivel de la glucosa. Puesto que en los
diabéticos son muy frecuentes las alteraciones metabólicas a nivel de las
grasas y las proteínas, siempre es conveniente dosificar colesterol,
triglicérido y ácidos fólicos.
CUIDADO DE LOS PIES
Las personas con diabetes son muy
propensas a los problemas en los pies. La diabetes puede causar daños en los
nervios, lo cual significa que la persona puede no sentir una herida en el pie
hasta que aparezca una infección o una llaga grande. La diabetes también
puede dañar los vasos sanguíneos, lo cual hace más difícil para el cuerpo
combatir las infecciones.
Para prevenir las lesiones en los pies,
una persona con diabetes debe adoptar una rutina diaria de revisión y cuidado
de los pies que consiste en lo siguiente:
Revisarse
los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.
Lavarse los
pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy bien
(especialmente entre los dedos).
Suavizar la
piel seca con una loción o con vaselina.
Protegerse
los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien y que no queden apretados.
Ejercitarse
a diario para promover una buena circulación.
Visitar a
un podólogo para que identifique problemas en los pies o para que extirpe callos
o callosidades en los mismos (importante: nunca tratar de extirpar las
callosidades uno mismo, debido a la posibilidad de producir heridas graves que
posteriormente será una complicación por infección o gangrena)
Quitarse
los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los
examine.
Dejar de
fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.
PREVENCION
Dieta y peso
La planificación de comidas consiste en
elegir alimentos saludables y en comer la cantidad adecuada, a la hora
adecuada. Se recomienda trabajar en colaboración con el nutricionista y médico
para aprender qué cantidades de grasa, proteína y carbohidratos necesita en la
dieta. Es necesario que los planes específicos de comidas se adapten a los
hábitos y preferencias personales.
Es importante controlar el peso y comer
una dieta bien equilibrada. Algunas personas con diabetes tipo 2 pueden dejar
de tomar medicamentos después de una pérdida de peso intencional, aunque la
diabetes sigue estando presente. Un dietista certificado determinara las
necesidades dietarias específicas.
Actividad física
El ejercicio en forma regular ayuda a
controlar la cantidad de glucosa en la sangre y también ayuda a quemar el
exceso de calorías y grasa para que la persona pueda controlar el peso, mejorar
el flujo sanguíneo y la presión arterial. El ejercicio disminuye
la resistencia a la insulina incluso sin pérdida de peso. El ejercicio también
aumenta el nivel de energía del cuerpo, baja la tensión y mejora la capacidad
para manejar el estrés.
Información que se debe tener en cuenta al
momento de iniciar un programa de ejercicios:
1. Hablar con su médico
antes de iniciar un programa de ejercicios.
2. Escoger una actividad
física que se disfrute y que sea apropiada para el estado físico actual.
3. Hacer ejercicios
diariamente y, de ser posible, a la misma hora.
4. Revisar en casa los
niveles de azúcar en la sangre antes y después de hacer ejercicio.
5. Llevar alimentos que
contengan un carbohidrato de rápida acción, en caso de que los niveles de
glucosa en la sangre bajen demasiado durante o después del ejercicio.
6. Portar una tarjeta de
identificación como diabético y un teléfono celular o monedas para hacer una
llamada en caso de emergencia
7. Tomar abundante líquido
que no contenga azúcar antes, durante y después del ejercicio.
8. Los cambios en la
intensidad o duración de los ejercicios pueden requerir una modificación en la
dieta o la medicación para mantener los niveles de glucosa dentro de los
límites apropiados.
FUNCIÓN DE LOS ALIMENTOS
EN EL ORGANISMO
Las proteínas, las grasas
de los azucares producidos en el organismo con la alimentación son sustancias
orgánicas ricas en energía, que es aprovechada por las células mediante
complejos procesos químicos y se emplea para el trabajo muscular y la actividad
funcional de los diferentes órganos; además, estas mismas sustancias son
invisibles al organismo para el crecimiento y la renovación de sus parte
estructurales. La glucosa representa la principal fuente de energía de las
células y se produce mediante procesos de transformación azucares complejos
(disacáridos y polisacáridos, componentes fundamentales de los almidones)
introducidos con la alimentación, o bien es sintetizada en el hígado, mediante
un proceso químico llamado neoglucogénesis, apartir de los aminoácidos.
Personas que están
dispuestas a contraer la diabetes
la carencia de actividad
insulínica constituye el momento patogénico determinante para el desarrollo de
la enfermedad diabética, pero las moralidades de su realización son diferentes
es los jóvenes y en los adultos: se distingue una forma de diabetes juvenil y
la otra del adulto el primer caso se produce una carencia total de
insulina, por que las células beta de los islotes pancreáticos no consiguen
producirla: en la mayoría de los casos esta forma de diabetes es hereditaria,
porque los hijos de padres diabéticos tiene, genéticamente, células beta que
están predispuestas a lesiones por factores tóxico, químicos e infecciosos, e
inmunológicos; estos factores, en los pacientes predispuestos provocan una
progresiva de tensión de la actividad de las células beta, con bloqueos
subsiguientes de la producción de insulina.
El Stress puede
desencadenar la enfermedad diabética
Se ha demostrado
experimentalmente que situaciones de stress repetidas, pueden favorecer la
aparición de la diabetes con mecanismos complejos: en general se admite que, en
estas situaciones anómalas, se produce la liberación de factores hormonales
(cortisonas, catecolaminas, hormonas hipofisiarias),que ejercen un efecto
antiinsulinico periférico; el páncreas es estimulado continuamente para que
produzca insulina y sus células, pueden, con el tiempo sufrir un agotamiento
para realizar actividad y una atrofia, con el consiguiente desarrollo de la
enfermedad.
TRATAMIENTO
Una persona con diabetes de tipo 2 debe
visitar al médico especialista en diabetes cada 3 meses y realizarse un examen
completo que incluye:
Hemoglobina
glicosilada (HbA1c): es un promedio trimestral del nivel de glucosa en la sangre.
Esta prueba mide cuánta glucosa se ha estado adhiriendo a los glóbulos rojos y
a otras células. Un nivel alto de HbA1c es un indicador de riesgo de sufrir
complicaciones a largo plazo. Actualmente, la Asociación Estadounidense para la
Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) recomienda un nivel de HbA1c menor a
7% para protegerse de complicaciones. Esta prueba se debe realizar cada tres
meses
Control de la presión
arterial
Examen de pies y piel
Oftalmoscopia
Examen neurológico
Las siguientes evaluaciones se deben
llevar a cabo al menos una vez al año:
Microalbúmina aleatoria
(análisis de orina para detectar proteínas)
BUN y creatinina sérica
Colesterol, HDL y
triglicéridos en suero
ECG
Examen de la retina
dilatada
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